Con el pie derecho
En el partido inaugural del torneo, Argentina derrotó por 2 a 0 a Canadá. Los goles, ambos en el segundo tiempo, fueron obra de Julián Álvarez y Lautaro Martínez; uno al comienzo y, el otro, al final de la etapa final.
La Scaloneta es la bandera, en el Día de la Bandera. La lleva en alto desde hace tiempo, cuando terminó con la sequía de 28 años en el Maracaná, cuando dio la vuelta en Qatar, cuando siguió con la vara alta en el comienzo de las Eliminatorias con otro triunfo inolvidable en Brasil. Y ahora dio una muestra más de que el apetito de este grupo no tiene límites. Quiere el bi en el continente y, por primera vez en el ciclo del DT, arrancó una competición ganando, saldando un pagaré de esos que pesan. No fue sencillo el debut, pero el equipo se mostró como tal, dejó en claro por qué la camiseta tiene tantos parches.
De la mano de Messi récord -se convirtió en el jugador con más partidos en la historia de la Copa América-, con un Angelito que juega para no retirarse nunca, con Julián que cortó la sequía en el momento justo e indicado, la Selección sacó adelante el estreno que fue tan complicado como se preveía en la antesala. Canadá fue un equipo valiente, que trató de presionar alto, para contrarrestar el poderío individual y colectivo del campeón vigente. Scaloni estudió bien el libreto y buscó romper por afuera, lo que costaba por adentro y con pelotazos cruzados. En el PT la Argentina atacó bien, pero no retrocedió de la misma forma. Pudo ponerse en ventaja en la corrida de Di María y en la que a Leo se le fue al lado del palo, pero también cuando el equipo se cansó en la mitad de la primera parte Alphonso Davies generó un par de sustos por la derecha. Argentina se repuso, lo tuvo Alexis de cabeza, pero si todo no terminó en dolor de cabeza fue porque para que haya una victoria tiene que haber una gran atajada del Dibu (tremendo lo que le tapó a Eustaquio).
La charla en el entretiempo surtió efecto rápido. La Selección se activó rápido para tirar por la borda los fantasmas de Arabia Saudita. Pase de Messi a lo Messi, diagonal de Alexis y ahí estaba Julián para despertar a un estadio dormido. Grito de gol para sacarse la mufa, Lo pudo liquidar al toque, con esa jugada de Julián que tapó el arquero y también con esa corrida con olor a magia de Leo, que no terminó en gol porque la bola dio en la nuca del defensor rival. Canadá se sintió vivo y fue por la heroica. Merodeó varias veces el empate porque la Selección retrocedió mal. No tanto por actuaciones individuales sino porque el bloque no funcionó para frenar lo que proponía el equipo de la Concacaf.
Scaloni comenzó a mover el banco cuando sintió que el resultado no estaba seguro. Primero fue Lo Celso por Di María. Con eso no alcanzaba para frenar a Canadá y, entonces, paró una línea de cinco para tratar de aguantar mejor, para que no llegaran tan limpios hasta el Dibu Martínez. Argentina cambió palo y palo. Como dijeron los jugadores de la Selección en la previa, todos querrán ganarle al campeón del mundo y este torneo será súper parejo. Lo que se vivió en el Mercedes-Benz Stadium fue una muestra de que el que show estará en los imponentes estadios, pero para lograr el bi, habrá que transpirar mucho.
El alivio llegó recién cuando Messi sacó otro conejo de la galera para que Lautaro también gritara, para dejar en claro que los dos 9 on fire. La Selección hizo lo importante. Arrancar ganando. Cumplió con las expectativas y devolvió el dinero de las más de 70.000 personas que estuvieron en el estadio. Con los tres puntos en el bolsillo será tiempo de analizar lo bueno y lo malo, para seguir creciendo, para que la bandera siga bien en alto, no solo en el Día de la Bandera.