Con más claridad que antes
Argentina volvió a derrotar a Canadá: otra vez, lo hizo por 2 a 0; otra vez, el primer gol lo marcó Julián Álvarez y se produjo el debut goleador en el torneo de Lionel Messi, que consiguió el segundo gol. El próximo domingo, el equipo de Scaloni juega una nueva final; esta vez, contra el ganador de Uruguay y Colombia, que se enfrentarán esta noche.
La costumbre no cesa; Argentina es, otra vez, finalista de la competición de turno. Esta vez es, nuevamente, en la Copa América; torneo del que no baja de seminfinales desde 2011, cuando en la cancha de Colón perdió por penales frente a Uruguay, que luego fue el campeón en la edicion jugada en nuestro pais.
El rival fue, nuevamente, Canadá, ese equipo norteamericano disciplinado, obediente y atrevido, que tanto complicó a nuesta Scaloneta en la jornada inicial de este torneo.
En aquella oportunidad del 20 de junio, en Atlanta, el equipoi de Lionel Scaloni mostró una imagen desdibujada, respecto de lo evidenciado anoche: esta vez, el Campeón de Todo necesitó menos minutos para imponer su jerarquía ante el conjunto que jugó vestido de rojo.
Argentina sigue siendo el mejor equipo del mundo, aunque deberá consolidar este concepto contra el campeón de la Eurocopa (la tendrá muy difícil contra España, si es que el conjunto ibérico confirma lo que sospecha el imaginario futbolero): Dibu Martínez fue convocado apenas en un un puñado de oportunidades – todas en el segundo tiempo -; la linea defensiva, apoyada en la solvencia inigualable de Romero y Lisandro Martínez y la intrusión de Enzo Fernández entre ellos, fue la gran base de confianza para el despliegue de futbol de la linea media.
Rodrigo De Paul – de lejos, el mejor hombre argentino en el terreno – cumplió con su habitual despliegue; incluso, para reparar la exrtaña ausencia de futbol de Alexis Mac Allister, que no estuvo todo lo atildado y conectado de otras veces.
Los goles fueron logica consecuencia de las falencias conceptuales de los canadienses: el primero, un pase filtrado de Rodrigo De Paul al punto intermedio entre los centrales colorados, Bombito y Cornelius, que encontroó a Julián Álvarez de cara al gol: el calchinense entró al área, enfrentó al portero Crepeau y definió con un tiro vertical rasante, entre las piernas del portero.
En el segundo tiempo, la diferencia de calidad y jerarquía entre argentinos y canadienses estuvo mucho más evidenciada y el segundo gol habla a las claras de ello: un pase hacia la banda del 8 por donde desbordó De Paul, la llegada del oriundo de Sarandí hasta la linea de fondo y el centro atras derivaron en un rebote que encontró a Enzo Fernandez de cara al gol. El de San Martín remató buscando la base del palo izquierdo y su remate fue levemente desviado por Lionel Messi. De nada sirvieron los pedidos de offside por parte del conjunto norteamericana ante la evidente habilitacion de Corneluis.
La Argentina esta otra vez en la final. La vara será muy alta: las individualidades colombinas o la holística uruguaya. Ambas opciones representan un peligro importante. Pero, como dice el himno que nació en Qatar, “ahora nos volvemo’ a ilusionar”.