Un grito contenido que afloro en Rayan
Túnez llegaba al estadio Education City con un sueño: clasificarse a octavos de final por primera vez en su historia. Pero las ‘Águilas de Cartago’ tenían todos los factores en contra. No tenían otra opción que ganar su último partido y se enfrentaban a un férreo rival, la actual campeona selección francesa.
Los galos entraban al terreno de juego con una alineación radicalmente diferente a la de sus dos partidos anteriores. Ya clasificada a octavos de final, nueve de sus once jugadores iniciales no habían sido titulares en su anterior enfrentamiento.
Túnez salió a comerse el campo de juego, buscando dejar a Francia sin posibilidad de reacción. Los galos se vieron sorprendidos ante la rapidez de los africanos que los dejaron encerrados en la parte de atrás de la cancha.
Las ‘Águilas de Cartago’ se sentían cómodas avanzando por las bandas. Por allí sus dos laterales ponían en problemas a la defensa francesa. Se acercaban peligrosamente al arco pero no lograba terminar sus opciones de gol.
En el minuto 7 del primer tiempo, Nader Ghandri lanzó un disparo después de un tiro libre que terminó en gol, pero el árbitro del partido lo anuló por una posición adelantada. Y durante la primera parte todo apuntaba a que Túnez no podría vencer su mala racha anotadora en Qatar 2022: no había logrado encontrarse con el gol en sus anteriores dos partidos.
Al finalizar el primer tiempo, los galos pudieron tomar la pelota y acercarse al arco, pero les faltó contundencia.
El nombre de Wahbi Khazri resaltó durante todo el primer tiempo marcando los ritmos del juego. Sus compañeros de juego buscaban siempre al ‘10’ que se desempeñaba como un repartidor de pelotas y generaba peligro dentro del área francesa.
Fue ese mismo nombre, el de Khazri, que hizo estallar de alegría al Education City. Tras una recuperación de pelota, el capitán se hizo con el balón y con una gran jugada individual solo tuvo que tocar levemente el balón ubicándolo al palo izquierdo del portero francés que había salido a intentar achicar el disparo tunecino.
El arquero suplente, Steve Mandanda, no tuvo suerte y quedó en el suelo viendo cómo la pelota ingresaba dentro de su arco. El ’16’ que se convirtió en el jugador más veterano en jugar en las filas francesas, no tuvo una gran actuación este miércoles.
Tampoco la tuvieron sus diez compañeros. Francia se mostró sin ideas, mareada por el empuje tunecino, desorganizada y sin carácter. Un equipo enormemente distante que el que selló la clasificación, a falta de un partido, con una cómoda victoria ante Australia 4-1 y tras derrotar a Dinamarca 2-1.