El mejor del mundo
“Siempre me preguntan quiénes son mis ídolos o a quiénes miraba cuando era chico… Ver a mi mamá limpiar edificios 8 o 9 horas y ver a mi papá trabajar. Mis ídolos son ellos”.
Dibu Martinez, el ídolo de mi hijo, tanto es así que quisiera tenerlo como papá.
Dibu Martinez, el tipo que juzgaron por los gestos que hizo con el trofeo.
Dibu Martinez, el arquero campeón de la selección que es ejemplo de sacrificio y delirio en dosis parejas.
Dibu Martinez, el loco que defendió durante un mes del año pasado, lo más importante que debía defender, el arco de 45 millones de argentinos desparramados por el mundo.
Dibu Martinez, el Sargento Cabral que entregó su cuerpo para tapar el arco del tiro del final cuando todo se terminaba.
Dibu Martinez, el que entendió que es más importante ponerse una corbata que pasarse un pedazo de metal por las pelotas para callar a la gilada. Porque no cabía ni cabe eso de que el fútbol es sólo 22 tipos y una pelota, ya que un marplatense de 30 años logró que miles de pibes se quieran poner los guantes y pararse en el lugar más difícil e ingrato de cualquier cancha.
Dibu Martinez, el que no es careta y se la banca con el cuero.
Ése que hoy es el mejor del mundo.