Como ser original con Messi y no morir en el intento
Tengo la percepción de que las únicas disciplinas u oficios que podrían agregar algo nuevo sobre Messi son la literatura o la poesía.
El periodismo lo ha dicho todo (muchas veces también habló de más, no me olvido del minuto de silencio y la intención jubilatoria durante el mundial anterior…).
El fútbol también dijo todo lo que podía decir de este pibe que, como Diego y como algunos pocos elegidos más, le dio al juego mucho más de lo que el juego les dio a ellos.
Mucho menos voy a tener yo algo nuevo para decir, está claro. Me voy a permitir hablar desde el futbolista aficionado y amateur (en realidad ni siquiera eso, apenas un entusiasta barrial) -y bastante tronco- que fui: ¿ustedes saben lo fundamental que es tener alguien que nunca te va a dejar a pie?
¿Un jugador al que tirarle la pelota para que “se arregle” cuando los demás ya no pueden levantar las piernas?
¿Alguien que tenga la claridad como para -desde adentro de la cancha- marcarte por donde tenés que ir, donde tenés que ubicarte? ¿Alguien que lo converse al árbitro con autoridad?
¿Ese hombre que se lleve todas las miradas, todas las marcas y (hay que decirlo) todas las patadas para que vos juegues más libre?
Releyendo estas preguntas me doy cuenta que bien podrían usarse como metáfora para otras actividades. Hasta me atrevo a pensar algunos nombres por fuera del fútbol para los que cabrían las mismas preguntas…
Para cualquier acción colectiva es determinante tener un Messi. O un Diego. Los liderazgos colectivos, más aún en tiempos individualistas, son resistencia y revolución.
Y no, no estoy diciendo que Messi le dará de comer a los hambrientos y sanará a los enfermos. Digo que su forma de jugar, su manera de liderar, su inclaudicable amor y entusiasmo por lo mejor que puede dar el juego del fútbol construyen discurso y épica.
Un discurso y una épica que, bien leídos por quienes creemos en el colectivo por sobre el individuo, serán fuente de inspiración y referencia militante para cada vez que lo necesitemos.
Pensándolo bien, lo que sí se puede agregar siempre para tipos como Lionel es un enorme, conmovido y entregado GRACIAS.