El 14 de mayo de 1953, Ernesto Grillo se calzó la camiseta de la Selección Argentina en el estadio de River y le hizo un gol tan gol a Inglaterra que generó que se volviera un gol para la eternidad. De ese gol, clave en un 3 a 1 feliz, hicieron menciones bellas, casi a la altura del gol, desde Félix Daniel Frascara hasta Roberto Fontanarrosa, desde Daniel Salzano hasta José Pablo Feinmann, desde Juan Sasturain hasta Rodolfo Braceli o Daniel Dionisi (“Imposible is Nothing”, hermoso relato). Y dos poetas futboleros impagables.

Uno, Alejandro Dolina, en “La ciencia en Flores”: “Allí figuraban los sueños, las esperanzas, el hombre de la bolsa, el alma, el ornitorrinco, el catorce de espadas, el Ángel Gris de Flores, el gol de Ernesto Grillo a los ingleses, la generala servida y la angustia”.

El otro, por supuesto, el propio Grillo: “¿Si tiré al arco? Mire, si usted quiere ganar la lotería, tiene que comprar un billete”.

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